jueves, 13 de diciembre de 2007

Las tortas con sorpresa de los Reyes Magos

El Roscón de Reyes es una de las tortas más antiguas de la pastelería. Su forma de bollo circular la encontramos ya en el neolítico, cuando se amasaba con cereales y se cocinaba en tablas sobre piedras calientes.
A partir de la Edad Media comenzó a asociarse con la fiesta de los Reyes y la Iglesia le atribuyó el valor del pan bendito para repartir entre los fieles. En algunas regiones del norte de Europa el corte del pan se acompañaba con canciones y una comitiva de niños llevaban las ofrendas al Jesús recién nacido.
El 6 de enero la Iglesia Católica celebra actualmente la Epifanía o la manifestación de Dios hecho hombre. En Occidente, la festividad gira en torno a la adoración del Niño Jesús por parte de los Reyes Magos como símbolo de reconocimiento del mundo pagano del Cristo salvador de toda la humanidad.
La tradición de la fiesta de reyes nos lleva al evangelio bíblico de San Mateo, en el que se narra como unos magos, guiados por una luminosa estrella, llegaron a Belén para adorar y ofrecer sus dones al recién nacido Mesías, burlando a Herodes, el infanticida más temido y famoso de la historia.
De su país de origen, sólo sabemos que procedían de Oriente, como dice San Mateo. Los testimonios más antiguos de la Iglesia de Siria y de los padres griegos afirman que venían de Persia, donde, como es sabido, existía la casta de los magos o astrólogos. Otros hablan de Caldea (Babilonia), donde surgió la astrología.
Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar se popularizaron en la Iglesia desde el siglo IX, siguiendo el texto del venerable monje benedictino Beda, quien los describió así en un código: "Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar, negro".
Los nombres son distintos en diversas lenguas. En griego se llaman Appellicon, Amerín y Damascón; en hebreo, Magalath, Galgalath y Serakin.

Roscón de Reyes español


Ingredientes:
500 g harina
75 g mantequilla
100 g azúcar
1/4 l leche
un trozo de piel de limón
15 g levadura de cerveza
un huevo
1 l nata montada
fruta escarchada (al gusto)

Poner a hervir la leche con la piel del limón y la dejamos enfriar. En una superficie lisa formar un volcán con la harina y verter en el centro, haciendo antes un agujero, la mantequilla, el azúcar, la levadura y la leche. Trabajar bien hasta formar una masa bien compacta y dejar que repose tapada con un paño un par de horas. Con un rodillo estirar la masa y darle forma de rosco, pincelar con el huevo la superficie, colocar fruta escarchada e introducir en el horno precalentado a fuego suave unos 40 minutos. Abrir por la mitad, dejar enfriar y rellenar de nata montada. Acabar espolvoreando el rosco con azúcar en polvo o virutas de azúcar.
Se puede rellenar también de cabello de ángel o mermelada, según los gustos.

No hay comentarios: